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ALZHEIMER

¿QUE ES EL ALZHEIMER?

    Se trata de una enfermedad neurodegenerativa que ya se ha diagnosticado en nuestro país a alrededor de 1.200.000 personas.

    Tomó este nombre del doctor Alois Alzheimer, neurólogo alemán (1864-1915) que en 1906 observó cambios en el tejido cerebral de una mujer que había muerto por lo que se pensó que era una enfermedad mental extraña. Estos cambios anormales en el tejido cerebral son conocidos como signos característicos de esta demencia.


    Se caracteriza principalmente por la aparición lenta de síntomas que evolucionan a lo largo de los años. Se trata de una enfermedad degenerativa de las células cerebrales –las neuronas-, de carácter progresivo y de origen hoy todavía desconocido.

    Inicialmente se produce pérdida de memoria, y desorientación temporal espacial. En una segunda fase el enfermo pierde fluidez en el lenguaje, tiene dificultades para vestirse y necesita ayuda constante para realizar actividades cotidianas. En la fase avanzada la incapacidad es profunda y no se puede valer por sí solo. Su personalidad experimenta alteraciones irreversibles, deja de hablar, no reconoce a sus allegados y presenta incontinencia urinaria y fecal. Asimismo, aumenta la rigidez muscular, de manera que va quedando progresivamente recluido a una silla de ruedas y después a la cama. Además, aparecen otras complicaciones como ansiedad, angustia, agresividad o depresión.

¿CUALES SON LAS PRIMERAS SEÑALES DE ALARMA DE LA ENFERMEDAD?

    Las más comunes son:

1. Pérdida de memoria para acontecimientos recientes y  nombres de personas.

2. Incapacidad para recordar fechas y dificultad para encontrar el camino de regreso a casa.

3. Dificultad para tomar decisiones en la vida diaria.

4. Disminución de interés por el trabajo y las aficiones.

    
    Y otras menos frecuentes tales como:
    
5. Falta de interés en su aseo personal.

6. Falta de interés por el entorno familiar o social.


    Es importante saber que estos síntomas pueden ser igualmente causados por otras enfermedades. Por ello es importante acudir al médico, para establecer el diagnostico con la mayor certeza posible.

    Es posible que haya ido ud. al médico porque ha observado alguno de estos signos en su cónyuge, padre, hermano o  amigo. Si aún no lo ha hecho ¡Ahora es el momento de hacerlo!

    Puede observarse desde el punto de vista clínico tres fases diferentes en la evolución. Cada una de ellas se caracteriza por la presencia de determinados signos y síntomas.

    Algunos pueden aparecer en todas la fases, otros quizás no aparezcan nunca. Entre las fases I a III o bien entre la II a la III.

 

FASES DE LA ENFERMEDAD

 


FASE I O FASE DE DEMENCIA LEVE:

SÌNTOMAS LEVES (con frecuencia no se les concede importancia):

A. - Perdida de memoria (en especial para acontecimientos recientes).
B. - Desorientación temporal (Incapacidad para recordar fecha y año en curso).
C. - Desorientación espacial (incapacidad para reconocer lugares familiares; por ejemplo la propia casa).
D. - Perdida de inciativa. 
E. - Dificultad para encontrar palabras. 
F.  - Disminución de la capacidad de concentración.
G. - Tendencia a evitar reuniones sociales y a frecuentar nuevos ambientes.

Estos cambios iniciales a muchas personas les asusta, incomodan y deprimen.

 


FASE II O FASE DE DEMENCIA MODERADA:

SÍNTOMAS Y PROBLEMAS MARCADOS (que impide realizar muchas actividades de la vida cotidiana):

A.- Faltas importantes de memoria (por ejemplo, para el nombre de los miembros de la familia).
B.- Disminución de la autosuficiencia (por ejemplo, necesidad de ayuda para levantarse, vestirse etc.)
C.- Facilidad para perderse.
D.- Aumento de los trastornos del lenguaje.


FASE III O FASE DE DEMENCIA GRAVE:

DEPENDENCIA TOTAL (trastornos intelectuales unidos a decaimientos físicos significativos):

A.- Dificultades para alimentarse incluso con ayuda.
B.- Incapacidad para reconocer a amigos y familiares.
C.- Dificultad en la marcha.
D.- Incontinencia.
E.- Comportamiento anormal.
F.- Trastorno de conducta (inquietud, agitación, irritabilidad).

A pesar de todo, en esta fase los enfermos siguen siendo capaces de percibir afectos y valorar a su manera presencia de compañía.

La sonrisa es una de las últimas manifestaciones en desaparecer.

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